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La Gran Crisis Financiera de 2008 expuso una ola de escándalos bancarios que desencadenaron inestabilidad financiera y erosionaron la confianza pública en los bancos. Tras la crisis, creció la sensación de que los reguladores no estaban haciendo lo suficiente para responsabilizar a los ejecutivos bancarios por sus fallaos. Esto llevó a llamados de reforma en los marcos regulatorios que rigen la responsabilidad de los ejecutivos bancarios.
Algunas autoridades han introducido regímenes de responsabilidad individual que imponen responsabilidades específicas en los ejecutivos bancarios de alto rango. Otros han confiado en marcos regulatorios más amplios para perseguir el mal comportamiento corporativo o conductas ilícitas corporativas. Independientemente del enfoque adoptado, todos los marcos dependen en última instancia de una supervisión y aplicación sólidas.
El documento argumenta que se necesita un enfoque multifacético para responsabilizar a los ejecutivos bancarios. Este enfoque, que los autores denominan "pila de responsabilidad", incluye capas de instrumentos regulatorios y de supervisión aparentemente dispares que interactúan de tal manera que el conjunto puede ser más efectivo para fomentar la responsabilidad individual que la suma de las partes. Por encima de todo, la pila necesita ser apoyada por la voluntad institucional de actuar.
(Texto en Inglés)
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